Dharma
El destino de una persona se escribe 3 meses antes de nacer, allí se fotografía todo el mapa químico que va a expresar el Karma. Todo el destino queda sellado, ya nada podemos modificar o agregar a nuestra vivencia, en dicha encarnación . La única opción es identificarse, creernos el autor (ego) y buscar los frutos de la acción. O des-identificarnos de la acción y sus frutos, para liberar la Consciencia de la personalidad temporal. Cuando esto sucede, el destino se llama Dharma.
La ley divina del Dharma
dice así:
Todos los eventos de la
vida, desde los grandes hechos históricos hasta la caída de una hoja seca,
todas las acciones en cualquier tiempo y lugar, ya están destinadas a ser
exactamente como son. Nada puede ser modificado, puesto que, la misma
intervención en los hechos también esta preestablecida por el destino.
Por lo cual, la realidad es perfecta y todo lo que sucede es perfecto, y no
podría ser de otra forma de la que es.
Esto es así porque cada suceso es el resultado de
infinitas causas que se conjugan y no depende únicamente de nuestra voluntad
egóica, que es sólo una parte ínfima de cualquier acción.
De esta manera, la realidad es perfección de un
orden mayor, aunque la mente egóica no lo acepte y pretenda beneficios de
acciones aisladas. Este orden mayor se llama Dharma y la acción egóica se llama
karma.
Quien comprende la belleza de cualquier evento,
donde concurren ilimitadas causas y energías, comprende a la divinidad y su
acción en el mundo. Ese hombre será un liberado -un Jivamukti-.
Akash.-